Un oasis a orillas del Nervión
El Happy River se ha convertido en uno de los referentes de la zona para que la gente ajena al barrio se acerque
Sin lugar a dudas, Bilbao la Vieja se está volviendo la zona de ocio referente en la Villa. Esto se debe, en gran medida, a los diferentes hosteleros jóvenes que han apostado por el barrio para desarrollar sus negocios. El bar ‘Marzana’ lleva cautivando a los ciudadanos desde hace más tiempo, al igual que ‘El perro chico’. Sin embargo, la apertura de ‘Happy River’ en febrero de este mismo año ha logrado resurgir estas calles.
Su éxito se debe a un conjunto de factores bien diferenciados. En primer lugar, la ubicación. Este local se encuentra en la orilla de la ría. Tiene un gran tamaño y cuenta con una terraza decorada con todo tipo de vegetación (tiene más de 250 plantas) que le hace diferenciarse del resto de los edificios contiguos. Por otra parte, funciona de forma muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver en este tipo de negocios. El espacio está dividido en tres áreas en las que ofrecen diferentes productos: cócteles (Mind Shakers), picoteo y comida japonesa (Ondori Izakaya). “Queríamos que no fuera un restaurante al uso. Tanto los clientes que quieran venir a tomar algo o a cenar pueden hacerlo sin estorbarse entre sí”, cuenta Nacho Gómez-Rubiera, el responsable de la comunicación del local. En ‘Happy River’ los camareros no llevan la comida a la mesa, es el propio comensal el que deberá ir a por ella. Y eso es, sin duda, lo que hace especial a este restaurante. Acoge a todo tipo de clientes y gustos.
El nombre busca reflejar la realidad de ‘Happy River’. “Queríamos que fuera como una jungla tropical en el centro de Bilbao. Lo de “river” es por la ría y lo de “happy” porque es el estado de ánimo que queremos transmitir entre estas cuatro paredes, pero siempre siendo diferentes.
Gómez-Rubiera no cree el local haya sido el germen del cambio que está viviendo el barrio, más bien lo contrario. “Los referentes son el ‘Marzana’ y ‘El perro chico’, nosotros hemos sido los últimos en llegar. Reconoce que es cierto que ahora viene más gente de otras zonas como Abando o Indautxu, pero eso era algo inevitable porque estamos en el barrio de moda.
“La verdad es que da gusto ver un bar así en nuestro barrio”, cuenta Amparo, una residente en Bilbao la Vieja desde hace más de quince años. La vecina asegura que en este último año la zona se está llenando de gente joven, algo que “siempre viene bien”.
Nerea tiene veinte años y es la primera vez que acude al ‘Happy River’. “ La verdad es que es un sitio totalmente diferente a lo que podemos encontrar en Bilbao, es muy chulo”, reconoce la joven. Afirma que lo que más le ha gustado es la comida japonesa de Ondori Izayaka: “Había probado el sushi en otros sitios pero la verdad es que este está muy bueno”.
Andrea Valle Borrego


Es difícil atender a tantos clientes con el limitado espacio con el que cuentan en las mesas. Las barras no se pueden ocupar ya que necesitan estar libres para sacar la comida. Por ello, solo admiten reservas de más de cuatro personas. En caso de que sean menos, deberán hacer cola en la entrada. Siempre habrá un trabajador en la puerta que controla el acceso y salida de los clientes.
Pese a que la acogida en las redes ha sido espectacular, Gómez-Rubiera asegura no haber llevado a cabo ningún plan comunicativo previo: “No hemos hecho ninguna campaña de comunicación. Durante muchos meses se empezó a vislumbrar lo que iba a ser la terraza, la gente empezó a hablar y de manera un poco involuntaria se ha ido corriendo la voz. Había mucha expectación creada y a la hora de abrir hubo mucha gente. Eso no ha cambiado”, afirma.


